El proyecto tiene como objetivo actualizar la marca, posicionándose para el mercado nacional y internacional, en esta nueva etapa capaz de colaborar con artistas desde Deize Tigrona hasta Beyoncé. El reposicionamiento necesita abrazar la nueva complejidad de la marca, que se ha convertido en un ícono cultural dentro de la comunidad: más que una fiesta, una plataforma educativa o una productora musical.
Dado el crecimiento de la empresa y sus puntos de contacto, surgió la necesidad de pensar en un sistema de marcas que trae como punto clave su personalidad periférica, insumisa, diversa, enérgica y que se atreve a ser la vanguardia de un (afro)futurismo brasileño.